¿Qué enfermedad padece esta persona? ¿A qué edad comenzó a estudiar? ¿Qué piensa sobre un tema? Estas son algunas preguntas que millones de usuarios en todo el mundo hacen a ChatGPT, la revolucionaria herramienta de OpenAI que nunca duda en desvelar los datos más personales que tiene en su biblioteca sin tener en cuenta la privacidad.
Este es uno de los factores que ha llevado a Italia a bloquear el uso del famoso chatbot porque considera que la plataforma no respeta la ley de protección de datos, una medida provisional, pero con efecto inmediato, que se impondrá hasta que “no respete la disciplina de la privacidad” de sus usuarios.
“Con ChatGpt y los chatbots mantenemos conversaciones, y en estas conversaciones a menudo tendemos a compartir gran parte de nuestras vidas. A ChatGpt se le puede preguntar cuándo ha nacido Paolo Rossi, y obtener una respuesta. Este es un dato personal. Cada pregunta sobre la vida de las personas es un uso de datos personales. Sin contar los que usa de forma inexacta”, detalló uno de los miembros del regulador italiano.
Por si fuera poco, además de proporcionar esta información sin filtros, también está en duda cómo recoge los datos de los que usan ChatGPT, qué información recaba y para qué la utiliza, llevando incluso a Alemania a cuestionarse su bloqueo.
Allí el comisario de protección de datos, Ulrich Kelber, admitió que su país podría seguir a Italia. “En principio –matizó–, un procedimiento similar también es posible en Alemania”. Todo está de momento en fase de estudio y de recolección de información.
“No necesitamos prohibir las aplicaciones de IA, lo que necesitamos es encontrar formas de garantizar valores como la democracia y la transparencia”, señaló el Ministerio Federal para Asuntos Digitales y Transporte de Alemania, involucrado también en la decisión con herramientas como ChatGPT.
Las sombras sobre ChatGPT también se están levantando al otro lado del charco, ya que en Canadá su Oficina del Comisionado de Privacidad ha iniciado una investigación sobre la supuesta recolección de información personal sin consentimiento del chatbot, según señala Betakit.
Concretamente, se habla de la recopilación, el uso y la divulgación de información personal sin ningún tipo de consentimiento por parte de los afectados, algo que pone a ChatGPT en el punto de mira del comisionado de privacidad Canadiense, Philippe Dufresne, aunque todavía se desconoce qué medidas se tomarán.
Con la presión de nuevas tecnologías como ChatGPT en los dispositivos de millones de personas, la Unión Europea sigue tramitando un proyecto de ley sobre inteligencia artificial que debería concluir a lo largo de este año, pero la rápida evolución de estos sistemas de IA puede dejar rápidamente obsoleta cualquier legislación.
En pocas semanas se han creado miles de aplicaciones diferentes para multitud de ámbitos que trabajan de una forma similar a ChatGPT, una herramienta tan útil como oscura en su tratamiento de la información. Su inevitable sesgo y dudoso respeto por la privacidad hacen que reguladores de todo el mundo apunten con todo su armamento legal hacia la IA.